Año  XII  nº VI Septiembre - Extra  2007

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Sumergida en el lago Enol, se encuentra una imagen de la Virgen de Covadonga, visitada cada año por los buceadores asturianos, desde su entronización subacuática en el año 1972...

El ocho de septiembre, el Principado de Asturias celebra su fiesta autonómica, Nuestra Señora de Covadonga, cariñosamente llamada por los asturianos "Santina,  porque ye piquiñina y galana", como dicen las muchas tonadas asturianas dedicadas a nuestra Patrona y Señora. En ese día,  el Santuario de Covadonga se ve desbordado por la afluencia de visitantes, que quieren rendir culto a la Santina.

A once kilómetros del Real Sitio, situado en el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, se encuentra el mayor de los dos lagos de este precioso parque,  el Enol. En pleno macizo occidental de los Picos de Europa, a 1070 metros de altitud sobre el nivel del Mar, con una superficie de 12,15 Hectáreas y una profundidad máxima de 25 Metros, (profundidad constatada por nuestro  grupo, allá por los 70). Es aquí, en una pequeña cueva situada a ocho metros de profundidad, donde tenemos a nuestra Santina sumergida desde hace 35 años... y cada año, con frío,  niebla,  lluvia o calor, volvemos a encontrarnos los de siempre... más las nuevas generaciones que se van sumando a este entrañable acto, que se ha convertido en peregrinar anual de todos los buceadores asturianos a nuestra "Santina sub", deseosos de que pase pronto el año, para volverla a ver.

En 1972, la sección de Actividades Subacuáticas del club Cañapescamar, sucesora del A.P.I.S.  (Asociación de Pesca e Investigaciones Submarinas), club pionero en los años cincuenta de las Actividades Subacuáticas del Principado, deciden hacer, con restos de fusiles submarinos fundidos, una imagen de la Santina, solicitando a su vez todos los permisos necesarios para sumergir la imagen en el lago Enol. Fueron muchos los trámites requeridos para ubicarla en este paraje sin igual, (no olvidemos que desde 1918, la montaña de Covadonga fue declarada Parque Nacional, el primero creado en España)

Historia: Mucho fue el trabajo, pero más el entusiasmo, que llevaron a término una idea nacida de unos amigos que tenían en común, la devoción a la Santina y la pasión por el buceo. Recuerdo con cariño al desaparecido Arroyo, presidente del S.A.S. del Cañapescamar, uno de los padres y gestor del proyecto, fue un hombre con una gran capacidad de gestión que unida a su afición, le llevó a ser una de los pilares  más importantes  en la promoción y consolidación de las Actividades Subacuáticas en el Principado de Asturias, aunque tristemente  su gran trabajo esté poco reconocido y olvidado... Pero el alma de esta fiesta, desde sus inicios, es sin duda José Luís Gato, quien cada año nos recuerda a todos la cita; jamás ha faltado al encuentro junto a su mujer Paquita, quien vela por el aspecto de la Santina, dándole retoques de pintura allí donde son necesarios, el altar, las flores etc..., Nedo, Kike, José Miguel, Antón, Julián, Alija, Marivy... y otros, de igual relevancia, que ya forman parte de la historia  de este entrañable acto, registrado en la gran Enciclopedia Asturiana.

Celebración: Quedamos a las once de la mañana en el lago, nos sumergimos en las gélidas aguas del Enol (de origen glaciar), una hora más tarde después de hacer todos los preparativos, señalizamos el lugar exacto de la imagen, y uno a uno vamos bajando para evitar en lo posible, el levantamiento de lodo, que  al poco tiempo  hace imposible la visibilidad. Una vez subimos a la Santina a su pedestal flotante, la  gente que se encuentra rodeando el lago, rompe en aplausos emocionados, una emoción que contagia a todo  aquel que acude por primera vez, haciéndolo volver. La llevamos en procesión hacia la orilla, donde previamente se ha levantado el altar  que acogerá a Nuestra Señora y donde el sacerdote  celebrará la Santa Misa, siendo los buceadores invitados de  honor, en lugar destacado; en  ocasiones la Misa es acompañada por gaitas y tambores, además de las tonadas asturianas que la gente le canta a su patrona, tan querida y especial, que no  conformándose con verla, quieren tocarla, sentirla, aguardando en silencio su turno. Finalizados los actos los buceadores la volvemos a llevar a su cueva sub, bajo las aguas del lago Enol, donde nos aguardará un año más para volvernos a reencontrar y celebrar nuevamente, su día, el día de Nuestra Señora de Covadonga, fiesta Patronal del Principado y fiesta de los buceadores con su Santina sub".

Marivy Rasso

© www.escafandra.org

 

 

 NOTA:

.- Muchas son las solicitudes recibidas en ESCAFANDRA para reproducir el artículo dedicado en el 2003 a la "SANTINA". Lo hemos enviado a los medios que así nos lo han solicitado, y del mismo modo lo volvemos a reproducir ahora, como anexo especial y broche final al número perteneciente a la edición del 2006/07.

Nuevamente este ocho de septiembre, nos dimos cita en el lago Enol de Covadonga los buceadores asturianos, que al igual que en los 35 años anteriores, procedimos a sacar la imagen de la Virgen de Covadonga "la Santina", sumergida en el lago, para celebrar posteriormente la Sagrada Misa, oficiada por el entrañable padre Arrieta, conocido como el "cura de los buceadores", por su cooperación de tantos años con este especial colectivo subacuático. 

Una vez finalizada la celebración,  la retornamos a su trono subacuático, bajo las aguas del Enol, hasta el próximo 2008.

Este año el tiempo ha querido acompañar a la ceremonia, regalando un día claro y soleado, que sin duda animó a la multitud de fieles y seguidores a reunirse en mayor número que en años anteriores. Prensa, radio y televisión, estuvieron presentes para dar puntual información de este impresionante acontecimiento, impresionante y bello, son los calificativos que más utilizan los que acuden por vez primera.

El Ayuntamiento de Cangas de Onís, capital del concejo al que pertenece Covadonga y sus lagos, ha hecho suya esta fiesta subacuática, promocionándola en sus programas festivos, a la vez que se ocupan de atender a los buceadores con un espléndido "pincheo", para entrar en calor y recobrar fuerzas.