La trabajada victoria de España contra la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration, marcará sin duda, un antes y un después en la búsqueda y recuperación de tesoros submarinos
España ha tenido que luchar durante cinco años recorriendo los tribunales de EE.UU. para recuperar parte de su patrimonio, demandas muy costosas que ha ganado en todos los procesos judiciales, creando un precedente extraordinario y necesario para salvaguardar el rico patrimonio subacuatico que posee repartido por todo el mundo, fuertemente codiciado por los cazatesoros. Cazatesoros que burlan leyes para conseguir sus propósitos, sin tener en cuenta el estudio de su historia y el respeto que merecen los fallecidos que se encuentran en el interior de la mayoría de los naufragios.
Parte del éxito del triunfo de España se debe al posicionamiento del gobierno de EE.UU. a favor de nuestro país. En el 2009 la administración del actual presidente estadounidense Barack Obama, envió un escrito a Tampa apoyando los intereses de España. El escrito deja claro el porqué “Estados Unidos debe apoyar los principios que protegen los barcos hundidos, no solamente para cumplir las leyes internacionales, sino para asegurar un trato recíproco de las demás naciones con nuestros buques”. Y Estados Unidos tiene muchos buques hundidos... Ya en el 2001 su apoyo fue importante en los casos de las fragatas Juno y La Galga, hundidas en los años 1802 y 1750. Aunque en aquella ocasión los pecios se encontraban en aguas estadounidenses, los pleitos también fueron ganados por España. Está claro que para EE.UU. los cazatesoros tienen la de perder cuando se trata de buques de estado.
En el caso del llamado 'Tesoro de la Mercedes', es muy probable que hubiese pasado desapercibido si no fuese por las continuas denuncias de valientes periodistas como Santiago Mata, que a la voz de alerta del infatigable Pipe Sarmiento, además de historiadores como Claudio Bonifacio, iban cargando tintas para hacer llegar a través de la prensa y siempre con pruebas fehacientes, lo que Odyssey estaba haciendo en aguas españolas. Esto despertó el interés de los medios, que desde entonces no han dejado de unirse a los primeros, en un clamor de llamada de atención a un gobierno ciego y sordo, que no tuvo más remedio que reaccionar.
Ahora que se ha ganado a la empresa cazatesoros, aún queda pendiente: la parte del tesoro que Odyssey ha dejado a recaudo de Gibraltar, el apoyo de Inglaterra a estos... y las denuncias pendientes a las que odyssey debe responder en España.
Hemos hablado con Santiago Mata, redactor de sociedad y cultura en La Gaceta, quien una vez más colabora con ESCAFANDRA, cediendo una entrevista realizada por el reconocido periodista Javier García Mateo, para Magabusiness donde explica las claves de la búsqueda, captura y traslado del tesoro:
P.-Santiago Mata, si no
estoy equivocado fuiste el
primer periodista que
publicó la primera noticia
sobre el caso Odyssey.
R.-Fuimos los que levantamos la liebre cuando se llevaron el tesoro.
P.-Vamos a centrarnos. Una cosa son los pecios. ¿Estos señores de Odyssey son cazatesoros?
R.-Sí, significa que venden el patrimonio cultural, que es algo que en Europa está prohibido en general.
P.-Venden el patrimonio cultural que consiguen.
R.-El que sacan del mar. En Estados Unidos no está prohibido, allí se pueden vender este tipo de monedas. El problema está en cómo extraerlas, porque en Europa, y en general cualquier arqueólogo, al tocar un pecio, un barco hundido, valora el pecio en sí mismo, la información que ese barco nos da sobre el pasado, sobre cómo vivía la gente, sobre cómo era el barco, cómo se hacía. Y para eso tienes que reconstruir, deshacer o sacar las cosas con mucho cuidado. Pero estas personas...
P.-Van a saco.
R.-Claro, van a por las monedas.
P.-O sea, que si nosotros localizamos un barco hundido por las costas de Estados Unidos, vamos ahí, lo cogemos ¿y ya es nuestro?
R.-Todos los pecios de bandera española (los que pertenecían al Estado) son españoles.
P.-No, digo los suyos.
R.-Hay una convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Subacuático que no ha firmado, por ejemplo, Inglaterra. Estados Unidos tampoco, pero la va a firmar. Eso va a ser el gran cambio, porque en el momento en que reconoces que no puedes tocar algo que es de otra nacionalidad, los cazatesoros están perdidos.
P.-Ya poco pueden vender.
R.-Claro. A largo plazo, el negocio de los cazatesoros estaría condenado a desaparecer si se cumplen las leyes.
P.-En el caso que nos ocupa, el barco Mercedes, ¿dónde estaba?
R.-Frente al Cabo de Santa María, en Portugal. Este es otro problema.
P.-O sea, ¿aguas portuguesas?
-Aguas portuguesas, pero el barco es español. No son aguas portuguesas propiamente, porque ningún paíss del Estrecho de Gibraltar tiene reconocidas las aguas de los otros. Ni Marruecos reconoce las españolas, ni España las marroquíes, etc. Las que están reconocidas internacionalmente son las 12 millas de mar territorial. Luego está la zona contigua, que son otras 12 millas, hasta las 24. Y justo la Mercedes está hundida en las 24 millas, que es el límite de la zona contigua y lo que se llama la zona económica exclusiva, para la que muchos países reclaman 200 millas. En el Estrecho de Gibraltar no hay 200 millas por ningún lado. Entonces tienes que tirar una línea y nadie reconoce por dónde tira la línea el otro. En realidad son aguas que no deberían explorarse sin permiso de Portugal. Pero el barco era español, con lo cual no deberías explorarlo sin permiso de España. Y ellos lo han sacado sin más, sin pedir permiso a nadie.
P.-Pero ¿cómo son tan listos? Hay documentación y se sabía que por la zona debía estar este y otros muchos barcos.
R.-El barco estaba documentado, de hecho ellos compraron la documentación a un francés. Pero como ellos tuvieron muchos años de navegación en el Estrecho de Gibraltar a cuento, nunca mejor dicho lo de cuento, a cuento de hallar un barco inglés que nunca encontraron.
P.-Ellos buscaban un barco inglés.
R.-Ellos decían buscar un barco inglés, pero mapearon todo el Estrecho de Gibraltar y dicen tener un mapa con más de 400 pecios. Lo saben todo. Y cuando vieron ya que España nunca les iba a permitir extraer nada, y llevaban ya 8 años trabajando...
P.-¿Esto por qué no lo hacemos nosotros?
R.-Porque no tenemos dinero. Entonces ellos, cuando vieron que su situación era desesperada, (porque también en la bolsa estaban fatal; es una compañía que básicamente especula en bolsa), decidieron dar el golpe. Nos vamos pero nos llevamos eso. Lo más criminal es que extrajeron, en un plazo de una semana o dos, 15 toneladas de material, lo que quiere decir que has destruido todo lo demás para sacar solamente lo que te interesa, sin pedir permiso a nadie y sacándolo en un avión, en un vuelo intercontinental que además fue, para más inri...
P.-Esto lo dijo La Gaceta.
R.-Claro, nosotros descubrimos la salida del avión. Para más inri fue en esa época en que España cedía y negociaba con Gibraltar, sobre el uso conjunto del aeropuerto, y se permitió el acceso al aeropuerto de aviones más grandes, pues el primer vuelo transcontinental desde Nueva York a la pista de la RAF en Gibraltar, mal llamada aeropuerto, fue un avión que llegó vacío. Y dices: qué hace un avión de pasajeros, un Boeing 757 vacío, que se fue luego a Tampa, Florida.
P.-O sea que sacan el tesoro, las monedas. ¿Cuántas hay?
R.-Dicen que medio millón, pero es todo también especulación, no se sabe.
P.-En los barriles qué hay, ¿plata y oro?
-La inmensa mayor parte es plata. Ellos hicieron en abril de 2007 una primera cata, una primera extracción, para comprobar la calidad del material. Limpiaron 2.000 monedas de plata y 200 de oro y se las llevaron en un primer vuelo, en un pequeño avión. Y una vez que comprobaron que aquello eran escudos y reales españoles, y tenían localizados los montones de monedas, ya en un par de semanas con las toberas las sacaron.
P.-Estas monedas, ¿de qué época son?
R.-Son de 1803, estaban acuñadas en Lima. Como España estaba fatal de finanzas, las monedas se acuñaban, y según se acuñaban, se traían a Europa y se gastaban para pagar las deudas. Estas monedas se acuñaron en 1803 con Carlos IV en Lima, y estos buques fueron enviados a Lima a por las monedas. Eran cuatro buques, que recogieron las monedas en Lima, pararon en Montevideo y volvieron. Y a la vuelta les atacaron los ingleses, alevosamente porque no había estado de guerra entre España e Inglaterra.
P.-Y luego vienen los americanos a llevárselo.
R.-Los ingleses hundieron la fragata, las otras tres se las llevaron a Inglaterra, y se quedaron con el resto del tesoro, que valoraron en 300.000 libras.
P.-Qué desgraciaditos somos.
R.-Y ahora vienen 200 años después estos yankis y lo sacan, pero para honra de Estados Unidos hay que decir que los tribunales de Estados Unidos siempre han dado la razón a España, no ya por cómo lo han hecho o de dónde lo han sacado, con permiso o sin permiso sino por el hecho de ser un barco de Estado.
P.-Pero según sus leyes...
R.-Precisamente según sus leyes esto es muy importante, aparte del tema del respeto al patrimonio, que ya digo que en Estados Unidos es distinto, porque se puede vender el patrimonio. Pero para ellos es sagrado el respeto de los buques de Estado. Tienen una ley de Protección de los Buques de Estado, que es por interés propio, porque a Estados Unidos no le interesa que se le hunda un portaaviones o un avión con una bomba atómica, o un submarino con material muy sensible, no le interesa que se le hunda en el Océano Índico o en cualquier parte y alguien se lo saque. Entonces ellos dicen en esa ley: a nosotros no nos toquéis lo nuestro, y nosotros no tocamos lo vuestro.
P.-Por tanto, eso vuelve a España y ¿se va a repartir por museos o pagamos la deuda que tenemos, que no es poca?
R.-No, las monedas no se pueden vender. Como hay medio millón, hay para dar y regalar. Hasta ahora lo que se hace es eso, para mantener ficticiamente alto el precio de los reales y escudos, se funde la mayoría de las que se encuentra, para no bajar el precio. Medio millón, en el mercado, haría bajar el precio. No se van a vender. Habrá para dar y regalar para todos los museos de España.
A ver si nos espabilamos nosotros y somos capaces de recuperar lo nuestro. Si no ahora, un poco más adelante, cuando vayamos mejor de finanzas.
Rudolf Callan