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 Año XVII  nº XII - E

                                                                                         Abril  2012

TITANIC in memoriam  

1912 - 2012, se cumplen cien años de la tragedia naval más famosa de la historia, el hundimiento del RMS TITANIC, Buque de vapor del Correo Real (Royal Mail Steamship Titanic) llamado por muchos, "el buque de los sueños"  

La noche del 14 al 15 de abril se ha conmemorado en todos los continentes, la fecha en la que se ha cumplido el centenario del hundimiento del TITANIC con distintos actos. En España, el evento más relevante de homenaje a las víctimas, fue el organizado por la Fundación Titanic en Barcelona.

      

Del TITANIC se ha escrito de todo, libros, prensa, radio, televisión, cine. Su historia, la ficción, las anécdotas, las intrigas, lo sobrenatural, las supersticiones, la realidad...  Cabe todo lo imaginable para tratar de comprender cómo "el insumergible", se fue al fondo del Océano en su viaje inaugural desobedeciendo a ingenieros, seguridad, materiales, mandos...

Fue construido para ser el más grande, el más moderno, el más lujoso, el más veloz, todo lo más de la época. Todo el mundo quería viajar en el famoso trasatlántico. La flor y nata de la época se dieron cita en su viaje inaugural, ocupando los camarotes de la exclusiva primera clase, espléndidas suites a todo lujo y confort, con lo más sofisticado y avanzado de aquellos años, piscina, ascensores, gimnasio, cancha de squash, biblioteca y un largo etc.

       

De todas las tragedias marítimas, la del TITANIC prevalece por encima de todas, sin ser precisamente la de mayor número de víctimas; ese triste récord lo ostenta el trasatlántico alemán Wilhelm Gustloff. Llevaba 10.000 refugiados que huían del ejército rojo a finales de la segunda guerra mundial, siendo alcanzado por un torpedo lanzado desde un submarino soviético. En menos de una hora perecieron más de 8.800 personas. Pero ni siquiera esta gran tragedia le hace sombra a la ocurrida en el TITANIC, es más, apenas se habla de ella, permaneciendo en el olvido y desconocimiento.

¿Pero, por qué el TITANIC sigue ejerciendo fascinación, incluso pasados cien años?  La época en la que sucedió la tragedia parecía la propicia para convertir en eterno el hundimiento del TITANIC, tal vez como símbolo del fracaso de una sociedad empeñada en mantener las distancias entre ricos y pobres, patronos y obreros, protestantes y católicos...

       

Todo ello estaba a punto de cambiar con el estallido de la primera guerra mundial. De hecho, hay estudiosos (Robin Gardiner y Dan Van der Vatque) del naufragio que apuntan como motivo del hundimiento del TITANIC a un atentado, para quitar del medio a los grandes magnates mundiales que gobernaban la economía mundial, tales como: John Jacob Astor, (el hombre más rico del mundo en aquellos años) dueño del Empire State Building, Benjamin Guggenheim, el llamado rey del cobre, e Isador Strauss, dueño de la cadena de almacenes Macy´s, los mayores del mundo. Tres grandes reyes de las finanzas que se oponían a la creación de la Reserva Federal Estadounidense y que perecieron en el TITANIC. Curioso, cuanto menos, es que cincuenta y cinco personas de las influyentes, anularon su billete a última hora, entre ellos, los banqueros J.P. Morgan, Robert Bacon, Henry Clay Frick (fue Morgan quién financió y mandó construir el TITANIC). En 1913 y ya sin los más influyentes opositores,  Morgan, Rockefeller, Rothchilds, Stillman y otros, crean la  Reserva Federal Estadounidense (FED), de donde dicen salió la financiación para la primera guerra mundial en 1914.

       

El halo de misterio que rodea el hundimiento del TITANIC es caldo de cultivo para todo tipo de hipótesis. Estamos seguros que las nuevas tecnologías descubrirán con el tiempo nuevos datos, lo que sin duda contribuirá a que el mito continúe creciendo.

Asociaciones, clubes, amigos de, fundaciones, se han ido creando para que el TITANIC perviva en la memoria, realizando actos y exhibiciones con los restos del naufragio y su historia por todos los países. Este año, conmemorativo del centenario del RMS TITANIC, se han realizado todo tipo de eventos en todo el mundo para conmemorar el primer siglo del hundimiento. En España, el más relevante ha sido el organizado por la Fundación TITANIC, que de la mano de su presidente Jesús Ferreiro y Raquel Fernández (jefa de protocolo) junto al resto de directivos y afines, nos han hecho disfrutar de un acto emocionante e inolvidable, en la buena compañía de los que sienten esa misma emoción...

       

CENA: Barcelona, noche 14 de abril del 2012, salones del Museo Marítimo de la ciudad condal, credenciales y recepción de invitados a cargo de los dirigentes de la Fundación TITANIC. En el patio, los músicos interpretan sin descanso, las mismas melodías que se escuchaban hace cien años en el transatlántico, incluido el famoso  «Nearer, my God, to Thee» (Más cerca de ti, oh Dios). Más de doscientos invitados acudimos a la cita de la cena conmemorativa del centenario del Titanic, entre los que se encontraban familiares directos de víctimas y supervivientes de pasaje y tripulación, españoles y también extranjeros; muchos de ellos luciendo moda de la época, permitido por el protocolo, que exigía para la ocasión, vestido largo las señoras y smoking para los caballeros. Presentaciones, fotos, televisión, todo ello acompañado del delicioso champaña Henry Abelé, el mismo que se sirvió en la última cena, antes del fatídico desenlace.

       

Con puntualidad británica, a las 21:00 horas da comienzo la cena, el salón, decorado para la ocasión, con gigantescas fotografías del TITANIC. En el centro una gran pantalla reproducía el documental "TITANIC: 12 mentiras y una leyenda", patrocinado por la Fundación, producido por Adi producciones y codirigido por Lluis Miguel Campos.  Mesas redondas para diez comensales, cada una con el nombre de un pasajero del TITANIC. La nuestra estaba dedicada al español Víctor Peñasco, un multimillonario nieto de José Canalejas (primer ministro de Alfonso XIII), que llevaba dos años de luna de miel viajando por todo el mundo y que murió en el hundimiento, después de poner a salvo a su esposa en un bote salvavidas y haber cedido su sitio a una mujer con una niña en brazos. Su sobrina nieta Elena Ugarte, Paloma Monrós, sobrina de Juan Monrós, camarero del Titanic y la santanderina  Isabel García Polanco que cumplía ese día 100 años, compartíamos entre otros la mesa Peñasco.

       

El menú, réplica del servido la última noche en el restaurante de primera clase `Le Parisien´ estaba compuesto por: ostras aliñadas, tarrina de foie, consomé Olga, filete de lenguado al curry acompañado con arroz, confit de pato con compota de manzana, pudding Waldorf con Eclairs de vainilla y chocolate con helado francés, todo ello acompañado por los excelentes vinos de Chateau Preuillac, Creu de Lavit. Cafés, licores, y como no, el champaña francés Henry Abelé.

A las 23:40, hora en la que el TITANIC rozó el iceberg, se hace un alto en la cena para escuchar el toque de sirenas, que al unísono emitieron los barcos del puerto de Barcelona, sumándose al homenaje. Seguidamente se guardó  un emotivo minuto de silencio por las víctimas que perecieron ese día.

Ya en la hora de los cafés, intervienen con emotivos mensajes los familiares de las víctimas del hundimiento. Tras los actos, Jesús Ferreiro, Presidente de la Fundación, se pone al habla a través del teléfono móvil (voz en on), con Elettra Marconi, hija de Guglielmo Marconi, (inventor de la radio-emisora que se instaló en el TITANIC y desde la cual se emitieron los mensajes de socorro).

       

Al final de la cena todos los asistentes son invitados a firmar en el libro de honor y dejar una frase escrita del centenario, para acto seguido pasar a visitar la Exposición TITANIC, que se encuentra contigua al salón y donde permanecerá abierta al público hasta el próximo 30 de septiembre, al paso se van recogiendo las flores que se arrojarán al mar al día siguiente. 

Aunque la cena del centenario se iba a llevar a cabo en el lujoso buque-hotel Sunborn, esto no pudo ser por no estar acabado a tiempo para la fecha. Su botadura se ha retrasado afectada por la actual crisis. Cuando llegue por fin a Barcelona, amarrará en el Forum desarrollando su actividad de hotel de lujo flotante, lo que contribuirá a dar a la costa catalana un atractivo más de referencia.

       

OFRENDA FLORAL: Al día siguiente domingo 15 de abril, se clausuran los actos del centenario con una ofrenda floral en alta mar, a cargo de los familiares y miembros de la Fundación TITANIC, que a bordo del velero Santa Eulalia, escoltado por el potente remolcador Punta Mayor, (donde viajaban los distintos medios de comunicación) ponen rumbo a alta mar para hacer la ofrenda floral, siendo lanzadas al agua las flores que fueron entregadas  a los invitados de la cena del centenario, así como una corona de laurel arrojada al mar por los familiares del TITANIC. Momento en el cual y en recuerdo de los fallecidos, el Punta Mayor, lanza el cañón de agua formando un gran arco de espuma blanca sobre las flores, a la vez que sonaban todas las sirenas. Un acto muy emotivo al que además asistieron numerosos barcos del puerto de Barcelona.

Durante todo este año continuarán por todo el mundo los actos conmemorativos en recuerdo y homenaje a los fallecidos en el TITANIC, entre ellos destaca la exposición del museo Marítimo de Barcelona, donde se pueden ver con todo detalle y tiempo auténticos objetos recogidos del pecio, así como reproducciones a tamaño real de partes del buque: pasillos, puertas, camarotes de primera y segunda clase etc.

A destacar también la exposición del RMS TITANIC en el Museo Marítimo de Asturias, que nos muestra cómo se concibió el proyecto y la construcción del barco, los detalles y anécdotas del viaje hasta su naufragio y la actual situación del pecio y su efemérides. Haciendo especial mención al rico asturiano que perdió la vida en el naufragio, Servando Ovies de 36 años, que ocupaba el camarote D-43 de primera clase. Ovies era uno de los diez españoles que viajaban en el TITANIC. Era gerente de El Palacio de Cristal, una gran empresa de telas y ropa, fundada por asturianos y convertida en la principal referencia comercial en La Habana.

Tal y como ha ido creciendo a lo largo de estos cien años la magnética historia del TITANIC, cuando se cumplan los doscientos, es muy posible que utilizando las futuras tecnologías, se puedan reflotar sus restos para reconstruirlo. Dejándolo perfecto para ser visitado como museo TITANIC, el buque de los sueños.

 

Marivy Rasso

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