Intercambian conocimiento de buceo científico en aguas antárticas

Intercambio de experiencias disciplinarias, junto con la incorporación de nuevas metodologías de investigación, fue el objetivo de la expedición polar

El director del Instituto Milenio de Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (BASE), Dr. Elie Poulin, junto al director del Núcleo Milenio para la Ecología y la Conservación de los Ecosistemas de Arrecifes Mesofóticos Templados (NUTME), Dr. Alejandro Pérez-Matus realizaron inmersiones en el mar de Weddell, Antártica, en una expedición internacional de 15 días que los llevó hasta la inhóspita plataforma de hielo Larsen B.

Intercambio de experiencias disciplinarias, junto con la incorporación de nuevas metodologías de investigación, fue el objetivo de la expedición polar realizada entre los centros de excelencia de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID); Instituto Milenio de Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (BASE) y Núcleo Milenio para la Ecología y la Conservación de los Ecosistemas de Arrecifes Mesofóticos Templados (NUTME).

Para el director del Instituto Milenio BASE y académico de la Universidad de Chile, Dr. Elie Poulin, la colaboración significó un apoyo fundamental en el quehacer científico en terreno, y abrió nuevas posibilidades para la realización de proyectos: “En condiciones de alta exigencia, como es realizar buceo científico en la Antártica, es fundamental contar con experiencia disciplinaria que permita desarrollar las operaciones con seguridad y éxito. Por ello, trabajar con NUTME fue una fantástica experiencia, que esperamos poder volver a repetir”, señaló.

En tanto, el director del Núcleo Milenio para la Ecología y la Conservación de los Ecosistemas de Arrecifes Mesofóticos Templados (NUTME), Dr. Alejandro Pérez-Matus, realizó su primera expedición polar, buceando en aguas llegaron hasta los -1,5°, e incorporando equipamiento de alta complejidad en las inmersiones: “Realizamos muestreo de invertebrados marinos y peces, teniendo la posibilidad de utilizar un BRUVs (cámaras de buceo remota con cebo, o Baited Remote Underwater Video cameras en inglés). Esto nos permitió observar peces y especies por más tiempo que durante una inmersión de buceo, que es limitada por el frío a solo unos minutos. Además, realizamos fotografías submarinas para caracterizar los fondos marinos y especies asociadas. Finalmente, logramos extraer agua de mar a las profundidades visitadas para realizar filtrado de ADN ambiental en el laboratorio a bordo”, puntualizó.

Durante la expedición de 15 días que ambos centros de excelencia realizaron a bordo del barco francés Le Commandant Charcot, y en el marco de una colaboración internacional entre SEDNA Expeditions y el Instituto Milenio BASE, se realizaron más de 12 inmersiones en el frío mar de Weddell, con extensas jornadas de trabajo diario.

Durante los buceos se recolectaron invertebrados marinos y peces para realizar estudios genéticos, junto con la toma de fotografías y videos de alta calidad de organismos antárticos y ambientes submarinos inexplorados.

ESCAFANDRA/nutme

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Apuesto a que no hay uno solo de ustedes, que haya sido buzo durante un período de tiempo prolongado, a quien no se le haya preguntado: "Si tiene la enfermedad de descompresión, ¿por qué no regresa simplemente al agua y lo trata allí? ". ?”

La profesión médica ha sido muy negativa sobre el concepto de compresión en el agua, pero ¿por qué tuvo un problema tan grande con él? Porque existen riesgos obvios como la toxicidad del oxígeno. Si un buzo vuelve al agua después de una inmersión larga respirando oxígeno, existe un pequeño riesgo de sufrir una convulsión. Además, el entorno podría ser peligroso. Podrías tener frió, por ejemplo. El buzo podría deteriorarse en el agua y empeorar. Obviamente, también retrasaría el ingreso del buceador a una cámara y podría ocurrir en entornos sin apoyo médico.

Beneficios
Pero también hay beneficios potenciales. Y el beneficio clave es la recompresión muy temprana, y eso tiene una ventaja particular. Además, cuando no exista una posibilidad realista de llegar a una cámara, volver a comprimir a alguien en el agua se convierte en una opción a considerar. Es algo que podemos hacer. Sin embargo, ha sido bastante difícil encontrar datos sólidos que respalden los beneficios de la recompresión muy temprana. Entonces, mientras que siempre tratamos de equilibrar los riesgos y los beneficios y tomamos el camino de menor riesgo para nuestros pacientes, el punto sobre la recompresión en el agua es que los beneficios no estaban probados.

Averiguar
Hace cuatro años, David Doolette y yo, un colega que trabaja para una unidad de buzos experimentales navales en la ciudad de Panamá, Florida, asumimos la tarea de observar específicamente la recompresión en el agua. En este proyecto, tratamos de responder algunas preguntas.

La primera pregunta fue: ¿La recompresión muy temprana realmente mejoró el resultado? La segunda pregunta: ¿Puede realmente funcionar una recompresión superficial más corta que la que podemos lograr en una cámara hiperbárica? ¿Ayuda a curar la enfermedad de descompresion?

Los datos de un estudio francés basado en 259 casos de descompresión espinal, que son casos graves, no demostraron que la recompresión temprana sea mejor. Sin embargo, el estudio probablemente no contenga muchos ejemplos de buceadores que se presentaron muy temprano, digamos menos de tres horas, porque siempre lleva tiempo llegar a una cámara.

Entonces, ¿qué pasa con menos de una hora o menos de 30 minutos? Entonces, buscamos datos que respondieran esa pregunta. ¿Qué pasa si vuelves a comprimir inmediatamente? Lo mejor de trabajar con David es que tiene acceso a estas grandes bases de datos de inmersiones, chicos experimentales de la Marina de los EE. UU. sin diseñar tablas de buceo, y en realidad causan la enfermedad por descompresión en estos sujetos. Pero debido a que son sujetos de un experimento, tienen una cámara allí mismo. En el momento en que tienen síntomas, van a la cámara, por lo que la recompresión es muy temprana.

Localizamos un conjunto de datos, pero estaba en una publicación muy oscura. Describió 166 casos en inmersiones experimentales de la Marina de los EE. UU., con enfermedad por descompresión que surgió en los buzos después de llegar a la superficie, y hubo poco o ningún retraso entre la aparición de los síntomas y el tratamiento, como era de esperar. Y demostaron que el 72% de estos casos se resolvieron durante la compresión, no durante todo el tratamiento, sino una medida que se comprimía la cámara. Así que muy rápido. El noventa y siete por ciento se resolvió durante la primera recompresión, y finalmente todos mejoraron.

Entonces, ¿la recompresión muy temprana mejora el resultado? Creo que podemos decir con confianza razonable que, sobre la base de datos concretos, la respuesta es sí.

Recompresion mas corta y menos profunda

La segunda pregunta es, ¿funciona una recompresión más corta y menos profunda, especialmente si se inicia temprano?

El enfoque estándar para el tratamiento de la enfermedad por descompresión en una cámara hiperbárica es la denominada Tabla 6 de la Marina de los EE. UU. durante la cual se respira oxígeno al 100 % en la depresión inicial a 2,8 bar. No puedes hacer eso en el agua. Eso demasiado peligroso. El riesgo de toxicidad por oxígeno en el agua es mucho mayor que en una cámara hiperbárica. La pregunta es, por lo tanto, ¿realmente funciona algo más superficial y más corto que eso?

No supe esto hasta que David lo dijo, pero en la década de 1960, cuando estaban desarrollando esa mesa, la Marina de los EE.UU. experimentó con recompresiones más cortas y menos profundas que las cámaras, pero el tipo de recompresiones que se pueden hacer en el agua.

Es un pequeño conjunto de datos de solo 31 casos de enfermedad de descompresión de buceo experimental que se volvió a comprimir a diez metros durante 30 minutos y luego se descomprimió durante 13 minutos. Ese fue el trato que recibieron los buzos. Veinticinco de ellos se recuperaron por completo y dos tuvieron una resolución sustancial. Y los otros necesitan más tratamiento. El punto es que esta recompresion muy temprana, corta y superficial.

Tras estos hallazgos, la comunidad médica respaldó con cautela la recompresión en el agua, con salvedades.

A quien tratar en el agua

Adoptamos un sistema de clasificación para separar nuestra enfermedad descompresiva en categorías muy amplias y trataríamos a pacientes de tipo Nivel II y Nivel III. No usaríamos la recompresión en el agua para los síntomas que son muy leves e inespecíficos [Nivel I]. Alguien con Nivel II, los llamados síntomas leves de enfermedad por descompresión, o Nivel III: los más graves con más síntomas neurológicos son el tipo de pacientes que consideraría para la recompresión en el agua.

Proximidad de la cámara

La siguiente pregunta es: ¿Está la cámara de recompresión lo suficientemente cerca como para no molestarse con la recompresión en el agua? Y de forma un tanto arbitraria, elegimos dos horas como punto de corte. Por lo tanto, si la cámara de recompresión está a más de dos horas de distancia, continuaría con la recompresión en el agua. Si hay una cámara cerca, vas a esa cámara.

Otra pregunta que debe hacerse: ¿Es estable la enfermedad por descompresión? Si los síntomas son progresivos, si sigue el resto de estas consideraciones [en el diagrama de la página siguiente], podría optar por la recompresión en el agua hasta el final, incluso si hay una cámara moderadamente cerca.

contraindicaciones

A continuación, considere cualquier contraindicación o razón por la que no se pueda realizar la recompresión en el agua.

• Vértigo. El vértigo severo es una contraindicación. No queremos tratar los casos con descompresión del oído interno, en el agua, porque el paciente está demasiado mal para volver al agua.

• Toxicidad del oxígeno. Si alguien, por ejemplo, se estaba descomprimiendo de una inmersión técnica, tuvo una convulsión, salió a la superficie rápidamente y luego se enfermó de descompresión, probablemente no volverá a ponerlo en el agua con oxígeno, porque ya ha tenido una convulsión. y su riesgo puede ser bastante alto.

• Incapacidad. Si están tan enfermos o físicamente incapacitados que devolverlos al agua no sería seguro, claramente no lo haría. Tampoco llevaríamos al agua a nadie que esté inconsciente o con un nivel de conciencia deteriorado.

• No dispuesto. El paciente tiene que estar dispuesto y querer hacerlo.

El equipo

¿El equipo está dispuesto, capacitado y equipado? Esta es probablemente la pregunta más importante. Si va a realizar una recompresión en el agua, el siguiente asunto es realmente importante.

El paciente, el compañero que debe acompañarlo en todo momento y el supervisor de superficie deben estar capacitados en procedimientos de descompresión o superior.

¿Por qué? Porque se les ha enseñado cómo usar el oxígeno de manera segura y qué se requiere para usar el oxígeno en el agua. En otras palabras, el paciente es un aceptador de riesgos informado, porque entiende los riesgos de usar oxígeno en el agua. Las personas que tratan al paciente saben cómo tratarlo de forma segura.
En otras palabras, esto no es algo que su maestro de buceo promedio pueda colocar simplemente un letrero en el costado de su bote de buceo, que diga "Aquí se ofrece recompresión en el agua". Tiene que ser la gente cualificada adecuada.

Otros requisitos

Oxígeno. Se necesita un suministro adecuado de oxigeno. Los rebreathers son una muy buena forma de hacerlo.

Línea de tiro o escenario. Debe tener una línea de tiro o un escenario, algo en lo que el buzo pueda sentarse, hacer clic o apoyarse. La natación libre durante la recompresión en el agua es un gran no-no.

Protección de las vías respiratorias. Y, por último, recomendamos encarecidamente algún tipo de protección de las vías respiratorias. en caso de que el paciente pierda el conocimiento o tenga una convulsión, será necesario sacarlo a la superficie, pero no quedará que se ahogue mientras lo hace. Una forma de proteger las vías respiratorias es mediante el uso de un retenedor de boquilla. Básicamente es una correa que va alrededor de la parte posterior de la cabeza y jala un reborde alrededor de los labios que tiene la boquilla unida, y mantiene la boquilla en su lugar y ayuda a sellarla en la boca.

Medioambiente

¿Tienes un entorno adecuado? ¿Qué momento del día es? ¿El agua está agitada? ¿Cuál es la temperatura? ¿El buzo va a tener hipotermia?

Finalmente, si la respuesta a [la pregunta] “¿Tiene un entorno adecuado?” es sí, entonces puede continuar con la recompresión en el agua. No voy a describir los algoritmos. Hay un montón de ellos por ahí, pero mira, puede ser tan simple como lo que te mostré que hizo la Marina de los EE.UU. en la prueba de su Tabla 6: baja diez metros, quédate allí durante media hora y regresa. sube… baja diez metros, quédate allí una hora y vuelve a subir.

Eso suele ser lo que hemos hecho cuando hemos realizado la recompresión en el agua. De hecho, codificamos la recompresión en el agua en un artículo, "Enfermedad por descompresión y embolia gaseosa arterial", publicado en el New England Journal of Medicine .

básicamente dice: "Sin embargo, la evidencia publicada de la eficacia de la recompresión corta y poco profunda (a aproximadamente 10 m), administrada muy temprano, y la experiencia del rescate en la cueva de Tailandia en 2018, muestra que el manejo cuidadoso y el uso de una máscara facial completa puede proteger las vías respiratorias si un buzo pierde el conocimiento, han proporcionado la base para la aprobación calificada de la recompresión en el agua con el uso de oxígeno por inmersiones con el equipo y la capacitación adecuada”.

Conclusiones

Se recomienda la recompresión en el agua. Sin embargo, no es para todos. Es para personas como buzos técnicos que saben cómo usar el oxígeno de manera segura.

• Los retrasos cortos en la recompresión parecen estar asociados con mejores resultados,

• Las recompresiones más cortas y menos profundas que la Tabla 6 de la Marina de los EE. UU. funcionan, y

• La comunidad médica recomienda la recompresión en el agua para buceadores capacitados en el uso de oxígeno bajo el agua y equipados adecuadamente para la recompresión en el agua.

ESCAFANDRA/xm

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ESCAFANDRA/

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Mansiones sumergibles de hasta 40 millones de euros: así podría ser el próximo destino turístico de los multimillonarios

Este proyecto liderado por James Cameron para promover el turismo en el fondo del mar va más allá de la extravagancia para ricos y apuesta por la exploración y conservación de los océanos

Miquel Echarri | A Ray Dalio lo han comparado en alguna ocasión con el capitán Nemo. Nemo (nadie, en latín), inolvidable personaje de las novelas de Julio Verne 20.000 leguas de viaje submarino y La isla misteriosa, era un príncipe e ingeniero hindú que surcaba los mares al mando del Nautilus, un submarino descrito por Verne como “una obra maestra repleta de obras maestras”. A Nemo lo han interpretado en el cine James Mason y Michael Caine. Coleccionista de corales, perlas y pintura renacentista, el capitán era un hombre refinado, pero también un forajido, un rebelde antisistema. Un justiciero de los mares que rescataba náufragos y protegía a los esforzados habitantes de los atolones del Pacífico, pero no dudaba en hundir embarcaciones ajenas sin el menor escrúpulo.

Por supuesto, las semejanzas entre Dalio y Nemo son puramente circunstanciales. Dalio no es hindú, sino neoyorquino, del distrito de Queens, el mismo en que creció Donald Trump. No es aristócrata ni científico, sino uno de los gestores de fondos de inversión de mayor éxito, fundador en 1975 de Bridgewater, hoy Bridgewater Associates, rutilante multinacional del capital riesgo.

Eso sí, tanto Nemo como Dalio son inmensamente ricos, pero enemigos de la ostentación. Los dos se sienten filántropos. Y a los dos les entusiasma el submarinismo. Es más, Dalio, en una frase que podría haber suscrito Nemo, oceanógrafo vocacional y precursor del comandante Jacques Cousteau, considera que organizar vuelos turísticos a la Luna o a Marte, como pretende Elon Musk, es “un proyecto insensato y sin apenas interés”. Adonde vale la pena viajar es al fondo del mar: “Es allí donde nos esperan las auténticas maravillas y los verdaderos alienígenas”.

La incipiente industria del yate sumergible
Desde el pasado mes de diciembre, Dalio se ha convertido en uno de los principales impulsores del submarinismo recreativo de lujo. Sus nautilus particulares son los que integran la flota de Patrick Lahey, fundador y consejero delegado de Triton, el mayor fabricante mundial de sumergibles civiles. Lahey buscaba un socio inversor que le ayudase a vender submarinos y a seguir organizando cruceros de lujo a lugares tan insólitos como la fosa de las Marianas. Ha encontrado dos: Dalio y el cineasta James Cameron.

A Cameron, el hombre que se hizo inmensamente rico gracias a pelotazos inmisericordes como Avatar (2009), Titanic (1997) o Terminator (1984), le motiva sobre todo el aspecto científico de esta nueva aventura empresarial. En su opinión, el desarrollo de flotas privadas de submarinos de lujos nos permitirá “conocer mucho mejor ese 80% de las profundidades de los océanos que permanece inexplorado”.

Las naves de Triton están dotadas de avanzadísimos sistemas de imágenes procesadas por inteligencia artificial, de manera que todo lo que capten pasará a integrarse en el archivo audiovisual del género humano. En una breve entrevista con The Financial Times, Dalio ha defendido el proyecto estos días con argumentos bastante más mundanos: “Las travesías en yate están muy bien, pero imaginen por un momento que su yate pudiese sumergirse y llevarle de excursión bajo las aguas”. En ese caso, una alternativa de ocio más bien trivial se transformaría en una auténtica aventura.

Se mira pero no se toca
No hablamos de una aventura al alcance de cualquier bolsillo. Los sumergibles de Triton cuestan un mínimo de 2,5 millones de euros, más de 40 si nos acercamos a la gama más alta. Los modelos básicos se sumergen apenas unos cientos de metros y tienen capacidad para un máximo de diez personas. Los más caros son mansiones sumergibles que pueden albergar a 66 huéspedes. Y los más sofisticados pueden descender 11.000 metros, hasta el fondo de la sima más profunda del planeta, la citada fosa de las Marianas, en el Pacífico occidental.

La Web de Triton describe las embarcaciones como obras de ingeniería “superlativa” pensadas para “profesionales exigentes e individuos con criterio”. Están construidas “con los mejores materiales” y dotadas de “visibilidad excelente” gracias a sus paneles acrílicos “ópticamente perfectos”, que garantizan “una relación directa e íntima con las profundidades del mar”.

Francesca Webster, redactora de la revista Super Yacht Times, describe la operación como “un negocio redondo” en el que van a implicarse también “colaboradores de élite” como el diseñador de yates Espen Oino, que ha creado para ellos un prototipo futurista bautizado como Hercules Project. Webster no oculta que se trata de una iniciativa orientada “a los superricos”. Pero insiste en que no se basa solo en ofrecerles “un carísimo juguete nuevo al que dedicar sus ratos de ocio”, sino que también pretende, con absoluta sinceridad, “implicarlos en la exploración y conservación de los océanos”.

En el fondo del mar hay un pulpo colorado
Desde luego, ninguno de los implicados en esta operación es un advenedizo. A James Cameron siempre le han fascinado los océanos, y allí está Abyss (1989), clásico de la ciencia ficción contemporánea, para demostrarlo. En aquella película que se desarrollaba a bordo de un submarino nuclear estadunidense que encontraba un objeto no identificado en la fosa de las Caimán, se afirmaba ya que vivimos asomados a una constelación de planetas desconocidos: el fondo de nuestros océanos. Y que explorarlo es el destino inmediato del género humano.

El 26 de marzo de 2012, Cameron demostró que se toma sus pasiones muy en serio y que, además, se puede permitir casi cualquier capricho. Ese día, el cineasta plutócrata y aventurero descendió en solitario unos 10.908 metros, metro arriba, metro abajo, a bordo de su sumergible Deepsea Challenger, alcanzando así el punto más profundo del planeta. Fue el segundo en perpetrar semejante hazaña tras los oceanógrafos Jacques Picard y John Walsh, tripulantes del batiscafo Trieste, que lo hicieron en 1960.

En una conferencia en la sede de la Unión Geofísica de San Francisco, Cameron explicaba poco después que había aprovechado su excursión hercúlea para explorar, por ejemplo, la hasta entonces desconocida fosa de Nueva Bretaña e identificar nuevas especies de gusano marino y anémonas de mar. Eso sí, el prototipo con el que descendió a los abismos no tenía nada que ver con los teatros sumergibles que promete ahora Triton. Su cabina era una esfera de poco más de un metro cúbico en la que Cameron pasó nueve horas francamente claustrofóbicas: “Tuve que hacer yoga seis meses para adquirir la elasticidad que me permitiese encajar allí dentro”.

Buscar petróleo
Dalio puede presumir también de muy sólidas credenciales submarinas. En 2016, cuando acumulaba ya una fortuna personal de más de 20.000 millones de euros, el magnate se compró un viejo perforador petrolero que estaba de oferta y lo convirtió en un centro itinerante de exploración e investigación científica, el OceanXplorer. Del tamaño de un estadio de fútbol y dotada de ingeniería puntera, la flamante estación marítima de nuevo cuño se convirtió en germen de una empresa, OceanX, que Dalio administra en compañía del menor de sus cuatro hijos, Mark.

En sus memorias, Principios: Vida y obra, el magnate se refiere a OceanX como la joya de la corona de sus contribuciones filantrópicas: “Una empresa que genera conocimiento y lo comparte con el mundo”. También en ese libro, Dalio avanzaba la idea de que “la exploración de los océanos es mucho más urgente, emocionante y necesaria que la conquista espacial”. En 2018, Mark convenció a James Cameron de que invirtiese en la empresa, y de ahí nació el sólido consorcio entre los Dalio y el director de cine que hoy ha dado el paso de apostar también por un fabricante de submarinos.

En cuanto a Patrick Lahey, el padre del invento, se trata de un ingeniero y empresario que lleva buceando desde 1975. Asegura haber contribuido al diseño de más de 50 sumergibles tripulados. En 2007, Lahey y su socio Steve Jones fundaron Triton Submarines, una empresa por entonces insólita cuyo principal modelo de negocio siempre consistió en venderle sumergibles a los propietarios de yates. La compañía recibió un espaldarazo en 2015, cuando el científico y documentalista británico David Attenborough alquiló uno de sus aparatos para el rodaje de la segunda temporada de su serie de televisión Planeta azul, en la que exploraba la Gran Barrera de Coral australiana.

La sombra de Monturiol
Un años después, Triton, convertida ya en un negocio boyante con sede en Florida, capaz de fabricar cada año cinco submarinos y facturar más de 50 millones de euros, se instaló muy cerca de Barcelona, en la localidad de Sant Cugat, para trabajar en un proyecto inspirado en el trabajo de Narcís Monturiol, gran pionero de la navegación bajo las aguas. En Sant Cugat ha trabajado desde entonces, en estrecha cooperación con el Barcelona Clúster Nàutic y la Universitat Politècnica de Catalunya, para crear prototipos cada vez más adaptados a las condiciones de temperatura y presión que se registran en los puntos más profundos del océano.

Su gran ambición a medio plazo consiste en explorar el océano Ártico. Hoy celebra la creciente popularidad de la exploración y el turismo submarinos y se ríe, sin acritud, de los que tildaban, no hace mucho, su proyecto empresarial de “inconsistente o ridículo”. Dalio, Cameron y Lahey se sienten herederos del espíritu del comandante Cousteau y del empuje visionario de Julio Verne. No van a embestir barcos de guerra con los espolones de sus naves, como el capitán Nemo, pero comparten con el aristócrata de los mares la sed de conocimiento y aventura unida al pragmatismo empresarial.

Dalio lo resume en una de sus frases motivacionales: “Los yates ya no son simples sinónimos de ostentación, hay que pensar en ellos como embarcaciones que pueden llevarnos a lugares insólitos y proporcionarnos grandes experiencias”. ¿Y qué mejor que un yate submarino capaz de llevarnos al cielo de las profundidades? Aunque cueste 40 millones de euros.

ESCAFANDRA/elpais

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La guardia costera de EE.UU. retira la regulación de operaciones de buceo comercial

La Guardia Costera de EE.UU. ha retirado una regla federal que rige las operaciones de buceo comercial

Juan L. | El 19 de febrero de 2015, la Guardia Costera publicó una regla titulada "Operaciones de buceo comercial". Según un aviso reciente:

ESCAFANDRA/db

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La APBA expondrá el patrimonio subacuático de la Bahía en el Port Center del Llano

El Puerto se adhiere al proyecto europeo TIDE para la difusión y protección del turismo marítimo histórico

R.D. | La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) ha anunciado su adhesión al proyecto europeo TIDE, que integran instituciones de Irlanda, Inglaterra, Francia, Portugal y España comprometidas con la revalorización del patrimonio marítimo y la arqueología subacuática.

El proyecto TIDE (Red atlántica para el desarrollo del turismo marítimo histórico) está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Interreg Atlantic Area, del que también forma parte la Universidad de Cádiz (UCA).

El objetivo es desarrollar nuevos recursos turísticos, marítimos y culturales para el litoral Atlántico mediante la colaboración entre regiones y con el apoyo de nuevas tecnologías y herramientas de colaboración. Así, la meta principal de este proyecto internacional se centra en generar nuevos modelos turísticos relacionados con el patrimonio marítimo para su difusión y puesta en valor. En el proceso de intercambio de experiencias se contempla compartir las buenas prácticas de cada país.

El Port Center, atractivo del Lago Marítimo

La entrada de la APBA en el proyecto TIDE entra dentro del futuro Port Center que se integrará en el complejo del Llano Amarillo como parte del Lago Marítimo. En él se mostrarán objetivos extraídos del mar y tours virtuales que recorrerán los yacimientos arqueológicos bajo la Bahía de Algeciras, según ha explicado el presidente de la APBA, Gerardo Landaluce.

La UCA proporcionará soluciones de acceso público al Patrimonio Cultural Subacuático de la Bahía de Algeciras. Así, en el Port Center se integrarán juegos específicos de realidad virtual; transmisión en directo y a través de internet del proceso de investigación y excavación de uno de los yacimientos subacuáticos; experiencias de buceo en seco con realidad virtual sobre de los yacimientos subacuáticos de la Bahía; o itinerarios culturales subacuáticos musealizados de la mano del Parque Natural del Estrecho.

Con su participación en este proyecto y la oportunidad que se le brinda de colaborar con el objetivo común de la preservación, difusión y puesta en valor del patrimonio marítimo sumergido a través de su futuro Port Center, la Autoridad Portuaria destaca también la importancia de desarrollar estas actividades de forma compartida, mediante el intercambio continuo de experiencias y según un modelo de conocimiento responsable, innovador y sostenible, basado en el conocimiento y la valorización del patrimonio marítimo, que se alinea perfectamente con su propio Plan de Conservación y Puesta en Valor del Patrimonio Histórico Portuario.

ESCAFANDRA/europasur

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 Séptima persona que logra tocar el fondo de la Deep Dive Dubai

Comenzó a practicar apnea hace nueves meses y ha logrado convertirse en la séptima persona que desciende hasta el fondo de la Deep Dive Dubai, la piscina más profunda del mundo con 60 metros de profundidad.

Alberto Álvarez, un zaragozano de 34 años, se ha convertido en la séptima persona que toca fondo en la Deep Dive Dubai, la piscina más profunda del mundo ubicada en Dubái. Una gesta que cobra más valor si se tiene en cuenta que este aragonés no había practicado apnea hasta hace 9 meses.

El reto era mayúsculo porque Alberto Álvarez debía descender 60 metros y aguantar la presión del agua, rodeado de nada menos que 14 millones de litros de agua.

"Me dije: 'voy a probar esto'. Me enganchó la sensación de la apnea. Tengo más de 900 inmersiones, he condensado el entrenamiento que mucha gente hace en varios años en unos meses", explica Alberto Álvarez a Antena 3 Deportes.

"La apnea no creo que sea un deporte extremo si se practica bien"

"Bajas a un metro por segundo más o menos. La inmersión son realmente dos minutos 20 ó 30 segundos para bajar 60 metros. Lo más complicado es compensar la presión", reconoce Álvarez.

Este zaragozano no considera que la apnea sea un deporte de riesgo y cree que ayuda a relajarse. "La apnea no creo que sea un deporte extremo si se practica bien", indica Alberto Álvarez.

La Deep Dive Dubai, la piscina más profunda del mundo con 60 metros de profundidad, fue inaugurada en 2021 y arrebató el privilegio de ser la piscina más profunda del mundo, que hasta esa fecha era la piscina Deep Spot de Varsovia, en Polonia.

ESCAFANDRA/a3

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Más de 40.000 buceadores al año visitan las cuevas marinas de Mallorca y Menorca

ESCAFANDRA/uh

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Excavaciones subacuáticas destapan el tesoro de la Bahía de Kerpe

Se llevan en Kerpe las primeras excavaciones subacuáticas científicas realizadas en el Mar Negro

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Onda Pesquera, la Radio de la Mar

El mítico y laureado programa dirigido y presentado por Jesús Ferreiro regresa después de años