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 Año XIII,  nº VIII

  Abril 2008

Haldane, 100 años de Tablas

 

 

Se cumple el centenario de las primeras tablas de descompresión creadas por el fisiólogo Haldane

 Publicadas en 1907 en el Journal of  hygiene con el título de, "La prevención de la enfermedad del aire comprimido"

Justo es recordar el centenario de las primeras tablas de descompresión, producto de los innumerables estudios llevados a cabo por el prestigioso fisiólogo John Scott Haldane, haciendo desde estas páginas, un pequeño pero reconocido homenaje a tan ilustre científico.

Un poco de historia:

El primer dato del que se tiene constancia de accidente de descompresión, nos lleva al año 1670. Robert Boyle (bien conocido por todos los buceadores) registró en su cuaderno, el resultado de un experimento de despresurización,  con una serpiente en una pequeña cámara, observando que en el ojo de la misma había surgido una burbuja, y aunque el profesor Boyle no entendió ni supo explicar el porqué, dejó cumplido registro de lo acontecido.

No fue hasta 1841 que se obtienen los primeros datos de accidentes de descompresión en humanos. Fueron los mineros franceses en la primera mina presurizada, los primeros en padecer las dolencias del nitrógeno acumulado a presión en el organismo al salir a superficie. Fueron los doctores B. Pol  y T. J. J. Wattelle los que describen clínicamente la enfermedad descompresiva en 1854, después de estudiar a estos mineros y observar que al salir a superficie provocaba los dolores, aliviándose estos al descender nuevamente, y aunque no pudieron explicarlo adecuadamente, dejaron registrados los síntomas y señales de tan "extraña enfermedad".

Poco después fue el ingeniero Triger, quien observara y describiera la enfermedad que sufrían los obreros franceses, que trabajaban en los cajones neumáticos de cimentación de puentes sobre ríos, conocida como "mal des cassons". También los trabajadores que construían los cimientos de los pilares del puente de Brooklyn, comparaban las contorsiones que hacían los afectados para mitigar el dolor como  "Grecian bend"  (Curvatura griega), una postura desgarbada de moda entre las mujeres de la época. A partir de aquí los trabajadores llamarían a esta enfermedad con el nombre de "Bends", (Corvatura).

Si bien estos antecedentes históricos nos hablan de lo que hoy ya conocemos bien, en aquellos años nadie supo explicar qué lo causaba y por qué. Fue en la década del 1870 que el fisiólogo Francés Paul Bert despejase estas incógnitas. El causante era el nitrógeno acumulado en la sangre que se liberaba en burbujas, reflejando en su espléndida obra de 1100 páginas, titulada  "La pressión barometrique" publicada en 1878. Bert, recomendaba que los trabajadores de los cajones neumáticos subieran lentamente a la superficie, y si se "encorvaban" que bajaran otra vez y subieran aún más despacio. Sentando así las bases de la futura técnica de la descompresión.

En 1906 la Royal Navy británica contrata al Dr. John Scott Haldane, prestigioso y afamado fisiólogo de origen escocés,  quien había destacado por su contribución a la ciencia con los trabajos de investigación sobre la respiración, mejorando las condiciones de las minas en relación con los gases y el tratamiento de emergencia. Trabajando con J. G. Priestley, descubrieron  (accidentalmente) que el dióxido de carbono regula el ciclo normal de la respiración.

La Royal Navy, esperaba de Haldane la solución para evitar la enfermedad descompresiva en sus buzos. Partiendo de los estudios inacabados de Paul Bert (por su prematura muerte), y otras investigaciones acerca de la presión, comienza a experimentar con cabras, utilizó cabras para demostrar cuánto exceso de nitrógeno podía contener el cuerpo antes de que aparecieran las burbujas y el dolor. Realizó modelos matemáticos para dar una explicación racional al proceso biológico de la descompresión; tras el éxito con las cabras experimentó con buzos voluntarios de la Marina Real.

En 1907 J. S. Haldane determinó que la sangre y los tejidos del cuerpo pueden mantener en solución (diluido) el nitrógeno, siempre y cuando la presión de la profundidad a la que asciende el buzo directamente, no sea reducida a menos de la mitad de la presión de la que se encontraba, de lo contrario, el nitrógeno se liberará en forma de burbujas, produciendo en el buzo el accidente de descompresión. Esto significa que el buzo que está a 10 metros de profundidad está sometido a 2 atmósferas, y puede subir directamente a la superficie sin hacer paradas de descompresión. En el caso de que el buzo se encuentre a 90 metros, 10 atmósferas, puede ascender directamente hasta una presión de 5 atmósferas. Si se encuentra a 70 metros, 8 atmósferas, podrá ascender directamente hasta los 30 metros, 4 atmósferas, etc. Partiendo de esta premisa las primeras tablas en las que se establecían sobre distancias de 3,60 metros hasta un límite de 60 metros (7atm), cota que hasta entonces se consideraba infranqueable. El ascenso lo dejaba libre hasta los 25 metros ya que consideraba que llegado a esta cota no había riesgo de embolia. Solamente a partir de aquí comenzaba a escalonar las paradas de 3 en 3 metros, y en las cotas de 6 y 3 era donde daba los mayores tiempos de permanencia antes de alcanzar la superficie

Estas primeras tablas fueron  calculadas considerando todos los tejidos como uno solo, y más tarde aparecieron los periodos de 5, 10, 20, 40, y 75 minutos. En 1943, la Marina Americana, basándose en las tablas de Haldane, publicó unas tablas para buceo con aire basadas en los tejidos de periodo 20, 40 y 75 minutos. Estas mismas tablas fueron las que posteriormente la Marina Nacional Francesa acopló al sistema métrico en el año 1949

Actualmente se continúa con el trabajo de investigación que iniciaran Bert y Haldane. Investigadores como Bühlmann, Worman, Hahn, Hamplemann, la Comex etc., siguen aportando mejoras, tanto en tablas como en tratamientos para evitar la temida enfermedad descompresiva. No obstante, la gran variedad de computadoras y tablas de inmersión, tienen sus orígenes en el modelo original de Haldane con variaciones comparativamente mínimas, considerando que su trabajo ya ha cumplido los 100 años.

 

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