Un
Alegato para la Protección
de la Biodiversidad Marina
Valencia, España
Noviembre 2008
Reconociendo la importancia fundamental de la biodiversidad marina para el bienestar humano
Preocupados porque la convergencia de las presiones medioambientales globales plantean amenazas críticas para la sostenibilidad de la biodiversidad marina en los océanos
Conscientes de que el ritmo actual de los esfuerzos para salvaguardar la biodiversidad marina es insuficiente,
Nosotros, la comunidad de investigadores científicos reunidos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, España, en la Conferencia Mundial de Biodiversidad Marina en noviembre de 2008, declaramos, sobre la base de la abrumadora evidencia científica presentada, que:
.La biodiversidad y
los ecosistemas marinos
son esenciales para el
funcionamiento de
nuestra biosfera y el
bienestar humano.
• El ritmo y la escala
de cambios
antropogénicos que
tienen lugar en los
océanos y el impacto de
estos cambios en la
biodiversidad y los
ecosistemas marinos son
causa de grave
preocupación.
• Cuando se gestionan
adecuadamente, las
reservas marinas pueden
proporcionar muchos
beneficios
socioeconómicos así como
acrecentar la capacidad
de recuperación de los
ecosistemas marinos
frente a presiones
globales crecientes.
• Algunas actividades
humanas emergentes, como
la geo-ingeniería de los
océanos para mitigar el
cambio climático, pueden
producir impactos
negativos en los
ecosistemas marinos.
• Los esfuerzos en
investigación para
explorar la
biodiversidad marina y
evaluar su estado son
insuficientes, muy por
detrás de los esfuerzos
similares emprendidos en
biodiversidad terrestre.
• Para que sean
eficientes, las redes de
reservas marinas deben
ser ecológicamente
coherentes e insertarse
en el marco de sistemas
de gestión integrada del
océano que regulen las
actividades e impactos
humanos dentro y fuera
de las áreas protegidas.
• Los ecosistemas
marinos profundos
difieren de manera
significativa de los
costeros de tal modo que
la dinámica de la
mayoría de las
poblaciones de peces
marinos de aguas
profundas son tan
frágiles y lentos en
recuperarse que deberían
ser tratados con una
precaución excepcional.
Urgimos a que:
• Se establezcan
sistemas de gestión
integrada de los océanos
que regulen las
actividades humanas que
tengan un impacto sobre
la biodiversidad y los
ecosistemas marinos en
áreas bajo jurisdicción
nacional e
internacional.
• Se desarrollen, a un
ritmo urgente y
acelerado, redes de
reservas marinas
ecológicamente
coherentes basadas en
los datos científicos y
el conocimiento
existentes.
• Se desarrollen, donde
aún no existan,
estructuras de gestión
participativa teniendo
en cuenta a todas las
personas involucradas en
la explotación de los
recursos vivos marinos
con el objetivo de
alcanzar el uso
sostenible de la
biodiversidad marina.
• Se aumenten y
promuevan los esfuerzos
de investigación para
explorar y comprender
mejor la biodiversidad
marina, a fin de
proporcionar la base de
conocimiento para
cimentar procesos adaptativos de gestión.
• Se establezcan los
mecanismos para
acrecentar la
cooperación entre
científicos, gobiernos y
organizaciones
relevantes para
identificar y proteger
las áreas ecológicamente
y biológicamente
significativas basadas
en criterios científicos
adoptados por las Partes
del Convenio sobre la
Diversidad Biológica
para el mar abierto y el
océano profundo.
• Las pesquerías de
stocks profundos sean
autorizadas solamente
cuando se demuestre de
forma concluyente que
éstos pueden ser
explotados
sosteniblemente,
siguiendo las directivas
técnicas de la FAO.
• La Asamblea General de
Naciones Unidas
desarrolle la Ley del
Mar y la Convención para
la Diversidad Biológica
para alcanzar un régimen
internacional de
gobernanza para la
conservación efectiva de
las aguas
internacionales y el uso
equitativo y justo de
los recursos biológicos
que esta agua contienen
para beneficio de la
humanidad
Antecedentes
Los ecosistemas marinos costeros y oceánicos proporcionan una amplia gama de bienes y servicios que son fundamentales para el bienestar humano duradero. Todos los servicios de los ecosistemas provienen en última instancia de las funciones de los ecosistemas, o sea los procesos, productos o resultados que emanan de las interacciones de los organismos en el ecosistema. Estos servicios son proporcionados a escala global, que incluye la producción de oxígeno, los ciclos de los nutrientes, la captura de carbono mediante la fotosíntesis, y la captura/secuestración de carbono mediante la bomba biológica, así como a escala regional, que incluye la estabilización de líneas de costa, biorremediación de residuos, y una diversidad de usos estéticos y culturales. En el dominio marino, una estimación de los límites inferiores del valor económico total de estos servicios de los ecosistemas indica que excede en al menos dos órdenes de magnitud el valor de la más conocida extracción directa de bienes, tal como la de pescados y otras especies marinas. La biodiversidad marina apoya el funcionamiento de los ecosistemas marinos y su suministro de servicios (sin biodiversidad no habrían servicios del ecosistema). El mantenimiento de la diversidad biológica es crucial para el mantenimiento de la capacidad de recuperación de los ecosistemas y por tanto para el suministro sostenido de servicios por parte de los ecosistemas.
Los impactos antropogénicos en los océanos están bien documentados. Como resumió el secretario general de las Naciones Unidas: ”Los hechos son claros. Los mares y océanos del mundo se están contaminando cada vez más por aguas residuales no tratadas, contaminación transportada por la atmosférica, vertidos industriales y cienos procedentes de cuencas hidrográficas gestionadas de manera inadecuada. La sobrecarga de nitrógeno procedente de fertilizantes está creando un número creciente de zonas muertas con agotamiento de oxígeno en aguas costeras en todo el planeta. Además, a pesar del alcance e intensidad crecientes de las operaciones comerciales de pesca, la captura de pescado global total está en declive.
Estas presiones y sus efectos sinérgicos provocan serias amenazas en el funcionamiento y viabilidad de los ecosistemas marinos. Además, reducen su capacidad para adaptarse a nuevas amenazas, como las especies invasoras alóctonas, el cambio climático y la acidificación del océano. Las temperaturas marinas crecientes y la acidificación del océano son consecuencias de las concentraciones crecientes de gases de efecto invernadero en la atmósfera pronosticadas con robustez, y tendrán influencia sobre la estructura y funcionamiento de los ecosistemas. El cambio climático está emergiendo como una fuerza capaz de asestar el golpe de gracia a la biodiversidad del océano.
No obstante, a pesar de la enorme preocupación acerca de la salud de los sistemas marinos y de las operaciones de pesca a escala global, se está prestando protección a menos del uno por ciento de los océanos. Las reservas marinas son reconocidas como una herramienta poderosa para mantener la viabilidad de la biodiversidad marina. Estudios actuales indican que las redes de reservas marinas bien gestionadas pueden hacer que los ecosistemas tengan una mayor capacidad de recuperación frente a amenazas externas como la eutrofización o el cambio climático, pueden proteger hábitats valiosos, y pueden sostener especies que usan esos hábitats para alimentarse o reproducirse.
En efecto, los líderes gubernamentales en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y las Naciones Unidas se han comprometido a establecer áreas marinas protegidas de acuerdo con las leyes internacionales y basadas en información científica, que incluyen redes representativas en 2012. En mayo de 2008, las Partes del CDB adoptaron criterios científicos para la identificación de áreas ecológica y biológicamente significativas en mar abierto más allá de la jurisdicción y orientación nacionales para el desarrollo de redes de reservas marinas representativas. Sin embargo, a menos que el progreso se acelere, la meta de 2012 no se alcanzará hasta 2060, medio siglo tarde.