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 Año XV  nº X - E

                                                                           Junio/Julio  2010

 El pulpo  adivino… por razones naturales

 

El  revuelo que ha levantado el pulpo Paúl con sus predicciones, ha traído a las primeras páginas de la prensa internacional a este singular cefalópodo, convirtiéndolo en la estrella del mundial de fútbol.

La clara predilección de Paúl por el equipo español, es bien agradecida por los españoles, homenajeándolo al igual que a los actuales campeones del mundo "La roja"; creciendo el interés por traerlo a España para "venerarlo".  Tal es el agradecimiento de la afición española, que muchos restaurantes han quitado de sus menús el pulpo en homenaje a Paúl, entre ellos, los que el famoso chef  asturiano, José Andrés, tiene en  Washington.  Entretanto Paúl continúa en el acuario de Oberhausen, emitiendo juicio a cuantas consultas le hacen, la última sobre el vertido del golfo, eligiendo, como no podía ser menos, el  "basta de petróleo"

Luis Laria, director de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (CEPESMA), asiduo colaborador de ESCAFANDRA,  nos ha enviado un interesante artículo que desvela los misterios de nuestro pulpo amigo y sus congéneres

 

 

Llama la atención al mundo entero un pulpo de nombre Paúl, (que bien podría tener el nombre de cualquiera de los históricos adivinos o visionarios de la historia, como  Nostradamus), sin embargo, ninguno de estos ilustres humanos con condiciones premonitorias se hubieran atrevido a presagiar en qué  portería entraría el balón más veces para dar por ganador a un determinado equipo.

 

Nos preguntaremos por qué esa circunstancia, el porqué de que sus aciertos sean la base para  encumbrarlo como el octópodo más famoso de la historia, incluso por encima de los misteriosos y singulares calamares gigantes

 

Pues no es tan difícil la respuesta... los pulpos, al igual que los demás cefalópodos son seres de gran capacidad depredadora, con un potencial de agresividad muy alto y con un afán de territorialidad más allá de otras especies.

 

Esa circunstancia hace que los colores intensos les resulten más estimulantes que los restantes, el rojo... que él  percibe de manera distinta a nosotros los seres humanos, es, sin duda, el preferido para ellos. No solo eso, sino que les hace mostrarse más agresivos.

 

Mi experiencia con alguno de ellos, me demostró que son especies de gran capacidad visual, muy por encima de otros seres, y  más capacitados para diferenciar la intensidad de los tonos  y colores, no sólo eso... sino que los copian fielmente para pasar desapercibidos.

 

Los propietarios de Paúl, curiosamente, exponían dos recipientes de metacrilato, uno con la bandera alemana, y el otro con la bandera de la nación del equipo que tenían como contrincante.

 

Esta circunstancia, que aparentemente podría resultar inadvertida, no lo era de la misma forma para el pulpo, que ante su color de preferencia, el rojo de la bandera alemana, le hacia decantarse por  dicho recipiente.

 

Así, partido tras partido, al tener predilección por el rojo, los alemanes han visto cómo Paúl adivinaba el resultado.

 

Cosa aparte, fue cuando esa bandera alemana se enfrento a los colores más intensos de la española, en este caso,  el  pulpo, decididamente, cambió de posicionamiento.

 

Esa misma circunstancia, se ha ido dando cuando Paúl veía de nuevo la fuerza del colorido de nuestra bandera, que sin dudarlo,  se asentaba sobre ella, como ha ocurrido en su última apuesta, dejando temerosos a los tulipaneros que vieron el reflejo anticipado de quién se iba a quedar con la copa del mundo.

 

Redundando algo más en la agresividad y el interés de los animales por el rojo, simplemente podemos ver la muestra en los toros de lidia  y en las innumerables especies que se sienten atraídas ante dicho color. Incluso en el  ser humano se ha demostrado la influencia de los diferentes colores en el estado ánimo, pudiendo ir desde la alegría hasta estados de  agresividad.

 

El pulpo, especie singular donde las haya, tiene sin duda una de las inteligencias más desarrolladas  entre los seres  marinos, sorprendiéndonos con comportamientos que van más allá de lo que les creíamos capaces.

 

El ojo del pulpo, está compuesto por cristalino, esclerótica, humor acuoso y retina, sin embargo, el nervio óptico es muy escueto al tener tan cercano el lóbulo óptico cerebral, por esta razón tiene una capacidad inmediata de respuesta al no tener que realizar  el proceso.

A diferencia de nosotros, ellos no sufren presbicia, curiosamente, cuanto más adulto sea, más capacidad visual posee, al tener más diámetro ocular y al multiplicarse los rabdomeros, (las células encargadas de absorber las fuentes de luz).

Algunos autores destacan que los cefalópodos no podrían discernir los colores debido a la ausencia plural de pigmentos, siendo la rodopsina el único encontrado. Sin embargo, curiosamente, muchos cefalópodos interpretan fielmente las coloraciones adyacentes del entorno mimetizándose simbióticamente en tonos y colores fieles, además de asociarse crípticamente de forma extraordinaria, curiosa situación, ya que en ciertas profundidades no es necesaria la percepción cromática por  ausencia de luz.

Entonces… ¿cómo dar sentido a las células epidérmicas de la gran mayoría de los cefalópodos denominadas cromatóforos y que oscilan entre el amarillo, naranja, negro, verde y ocre? ¿Y que sin ninguna duda utiliza a su antojo, copiándolos y repartiéndolos por su piel para "camuflarse"?

Mucho tendremos que aprender de estos singulares  animales que desde el Cámbrico fueron evolucionando como pocos, incluso en la capacidad intelectiva. Suerte tenemos los humanos que su  longevidad  es escueta, muy escueta, como mucho los dos años, y que  la evolución intelectiva está supeditada simplemente a los conceptos genéticos adquiridos generacionalmente… pero no en la experiencia que pueden aportarle sus progenitores, que en múltiples ocasiones, mueren  posteriormente a la propia fase reproductora. Si lograsen alcanzar nuestros ochenta años y la experiencia del tiempo, de las vivencias y de la enseñanza... imagínense

Por lo tanto, disfrutemos entretanto de la alegría que da el "rojo"… la  ROJA, y de  las adivinanzas  de nuestro fiel animador… Paúl.

 

 

Luis Laria

Director  de CEPESMA

©www.escafandra.org

 

 

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